Seguro que muchos de ustedes se están preguntando si es malo aplicar una base de maquillaje todos los días, preocupados por la posibilidad de saturar la piel, provocar la aparición de granos o incluso de arrugas. Permítanme desmentir estos falsos mitos.

Siempre y cuando no tengan alergia a ninguno de los componentes de la base de maquillaje, elijan la textura adecuada para su tipo de piel, conserven adecuadamente el envase para evitar el deterioro y la contaminación del producto y apliquen su tratamiento dermocosmético antes, les aseguro que una buena base de maquillaje no solo ayudará a corregir imperfecciones, sino que también potenciará el efecto hidratante del tratamiento dermocosmético aplicado previamente e incluso actuará como una especie de «escudo protector» contra el sol y la contaminación, ya que los pigmentos minerales ejercerán un efecto de «filtro físico».

Para asegurar que la base de maquillaje solo aporte ventajas, les aconsejo seguir estos pasos:

• Elegir la textura más adecuada para su tipo de piel, considerando siempre su asesoramiento.
• Limpiar la piel y aplicar el tratamiento dermocosmético habitual (contorno, antioxidante, sérums, crema y fotoprotector).
• Aplicar el maquillaje con utensilios adecuados, como brochas, esponjas o pinceles, o, para quienes prefieran, con los dedos.
• Fijar el maquillaje con agua termal, como la de La Roche-Posay, pulverizando a unos 20 cm de distancia, o de igual modo con el agua de belleza de Caudalie (prometo explicar la diferencia entre ambos próximamente).
• Al final del día, DESMAQUILLAR Y LIMPIAR LA PIEL. Se recomienda desmaquillar primero para retirar los pigmentos y luego llevar a cabo la limpieza habitual. Para quienes usen el mismo producto para desmaquillar y limpiar, se aconseja dar dos pasadas: una primera para retirar el maquillaje y una segunda para limpiar en profundidad.
• Después del desmaquillado, volver a aplicar el tratamiento dermocosmético habitual.
• Realizar al menos una vez a la semana (dependiendo del tipo de piel) una exfoliación seguida de la aplicación de una mascarilla purificante.

Aunque pueda parecer una rutina adicional, les aseguro que camuflar una cicatriz, una patología como el vitíligo o la rosácea, o simplemente el fotoenvejecimiento cutáneo, solo les llevará unos minutos al día. Ya sea que se maquillen a diario o no, espero que lo hagan porque les apetece y no por las opiniones de los demás o las tendencias momentáneas. Lo importante es sentirse bien consigo mismos, con o sin maquillaje.